
El Atlético Bucaramanga está viviendo un año de alta gestión. Tras asegurar con antelación su clasificación a los cuadrangulares finales de la Clausura (donde ocupa el 2º lugar con 34 puntos en 18 jornadas), la verdadera batalla se libra ahora en la tabla de Reclasificación, donde se define su futuro internacional para 2026.
Actualmente, el equipo Leopardo ocupa la octava posición con 63 puntos en la Reclasificación, una zona que le daría el derecho a disputar la CONMEBOL Sudamericana por segunda vez consecutiva.

La tabla de reclasificación no solo mide el rendimiento, sino la rentabilidad. Para un equipo como Bucaramanga, obtener el cupo es asegurar un capital operativo sin necesidad de ganar partidos en el torneo mismo:
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El Bucaramanga debe ahora mirar la Reclasificación con ambición, asaltando los puestos de Millonarios y Junior (ambos con 69 puntos en 44 PJ), quienes tienen un calendario más apretado.

➡️ La Gran Ventaja Competitiva y la Presión a Millonarios: Bucaramanga tiene 63 puntos en 38 partidos jugados (PJ), mientras que Junior y Millonarios han disputado 44 partidos para alcanzar los 69 puntos. Aún más crucial: la permanencia de Millonarios en esa zona (6º puesto) está bajo amenaza. Si Millonarios no clasifica a los cuadrangulares de la Clausura, su temporada termina pronto, deteniendo la suma de puntos en la Reclasificación y dándole al Bucaramanga (ya clasificado y que jugará más partidos en cuadrangulares) una oportunidad de oro para superarlo en la tabla final.
➡️ El Impacto en el Ranking Final: La eliminación de un rival directo de las finales (Millonarios) solidifica el camino del Bucaramanga hacia la sexta o séptima plaza en la Reclasificación, lo que no solo asegura de manera sólida el cupo a Sudamericana, sino que garantiza un mejor ranking para el sorteo continental.
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Más allá de los premios directos, la participación en la Sudamericana tiene dos beneficios estratégicos irrenunciables:
El Bucaramanga tiene una ventaja cómoda en la diferencia de gol (+17), lo cual actúa como un activo táctico. Sus rivales están obligados a arriesgar para alcanzar esa marca. El cuerpo técnico debe priorizar la solidez defensiva en estos duelos finales y enfocarse en la eficacia, sabiendo que un simple empate puede valer, literalmente, miles de dólares en la tabla final de reclasificación.
El Bucaramanga no solo compite por una victoria; compite por su viabilidad económica y la oportunidad de dar un salto de calidad en el panorama sudamericano en 2026. Es la hora de convertir la presión en los puntos más valiosos de la temporada.


