El campeón sudamericano impuso jerarquía con una victoria clara 2-0 ante un Esperance sin respuesta táctica ni ofensiva.
El debut de Flamengo en el Mundial de Clubes 2025 fue una demostración de control táctico y madurez competitiva. Frente a un Esperance que no encontró espacios ni argumentos para hacer daño, el equipo de Tite manejó los ritmos, marcó diferencias individuales y selló un triunfo que lo perfila como candidato a avanzar sin sobresaltos.
Disputado en el Levi’s Stadium de Santa Clara (California), el encuentro mostró desde el minuto uno a un Flamengo dominante, con posesión de balón, pressing alto y mucha presencia en campo contrario. No fue un vendaval de goles, pero sí una actuación sólida y sin sobresaltos.
El primer gol llegó al minuto 17, obra de Giorgian De Arrascaeta, tras una buena asociación por derecha. El segundo fue de Luiz Araújo al 70’, culminando una jugada iniciada por Everton Ribeiro tras presión en campo rival.
A partir de allí, el equipo brasileño gestionó con inteligencia, bajó el ritmo y evitó riesgos innecesarios. Tite dio minutos a jugadores del banco sin perder la estructura colectiva.
El equipo tunecino planteó un 5-4-1 conservador que nunca logró transiciones limpias. Apenas remató dos veces al arco en todo el partido, y ninguna generó real peligro. La línea defensiva estuvo constantemente expuesta por las bandas, y el mediocampo perdió todos los duelos clave.
Ni los cambios en el segundo tiempo ni el intento de presionar en los minutos finales alteraron el curso del partido. ES Tunis fue superado en ritmo, recursos y lectura del juego
El equipo brasileño mostró un funcionamiento colectivo aceitado. Ganó con autoridad sin desgastarse físicamente. De Arrascaeta fue el eje creativo, y Luiz Araújo aportó desequilibrio constante. La presión alta y la recuperación tras pérdida funcionaron como en el mejor Flamengo de Libertadores.
A pesar del dominio, Flamengo tardó en sentenciar el partido. El segundo gol llegó al minuto 70, pero las ocasiones para liquidar el juego habían aparecido mucho antes. La diferencia pudo haber sido mayor.
Más allá de la inferioridad técnica, el equipo tunecino se mostró pasivo, sin ambición ofensiva ni respuestas tácticas. Su actuación fue la más floja entre los clubes africanos en esta jornada del torneo.
Flamengo arrancó su camino en el Mundial de Clubes con una victoria sin sobresaltos, basada en la posesión, la estructura colectiva y la calidad individual. No necesitó brillar para imponerse, pero dejó claro que es uno de los equipos más equilibrados del torneo.
Por su parte, ES Tunis deberá reinventarse si quiere competir en la próxima jornada. Su planteamiento conservador y la falta de recursos ofensivos lo colocan en una posición comprometida dentro del Grupo D.
