
Un triunfo agónico que deja lecciones: contundencia, ajustes tácticos y vigilancia para los próximos desafíos.

El sábado 14 de junio de 2025, en el SoFi Stadium de Inglewood (California), la selección mexicana inició la defensa de su título en la Copa Oro con una ajustada victoria por 3‑2 frente a República Dominicana. El estadio, con más de 54,000 aficionados en su mayoría apoyando a El Tri, vivió un encuentro intenso y lleno de emoción con un inesperado giro hacia el final.
México, ubicado en el puesto 17 del ranking FIFA, enfrentó a un rival Dominicana encuadrado en la posición 139, que debuta en un torneo de Concacaf y demostró actitud irreverente y velocidad, complicando las cosas para el equipo dirigido por Javier Aguirre.
Estos tres goles en apenas 10 minutos reflejan la calidad técnica del plantel y su capacidad para aprovechar momentos clave.
A pesar del inicio inspirado, México bajó la guardia y permitió que República Dominicana se recuperara:
Este relajamiento permitió a los debutantes tomar confianza y generar críticas sobre la concentración y disciplina táctica de México.
La recta final del partido fue una montaña rusa emocional:
Los últimos minutos se vivieron con alta tensión. La afición mexicana abucheó en algunos momentos la falta de solidez y las imprecisiones del equipo, lo que generó debate sobre si este equipo cuenta con la fortaleza competitiva necesaria para competir con intensidad. Varios medios criticaron que el triunfo fue demasiado ajustado para un favorito tan claro.
El triunfo por 3‑2 permite a México comenzar su defensa del título con tres puntos. Sin embargo, el partido deja señales de alarma: falta de concentración, vulnerabilidad defensiva e inconsistencias en el manejo del juego.
Lo bueno: los goles de Álvarez, Jiménez y Montes demuestran jerarquía.Lo malo: permitieron que República Dominicana reaccionara y pusiera en jaque el resultado.Lo feo: sufrieron hasta el final y expusieron fragilidades que podrían costar más adelante
El técnico Javier Aguirre reconoció que el encuentro fue “muy sufrido” y resaltó la necesidad de ajustar detalles antes del duelo contra Surinam el 18 de junio. Ahora México debe confirmar su favoritismo en el grupo. El siguiente paso es ganar con autoridad y mejorar en solidez.


